En una ciudad llena de bares y restaurantes que quieren ser “lo más”, Mont Bar lo consigue sin aparentarlo. Está en el Eixample, y desde fuera podría parecer un bistró más, pero dentro se nota que aquí la cosa va en serio.
El chef Iván Castro y su equipo han montado un sitio que mezcla lo mejor de dos mundos: la cocina de alta gama y el espíritu de bar de toda la vida. La idea es sencilla: comer muy bien, sin que te miren raro por no llevar chaqueta.


Carta y especialidades
La carta cambia según la temporada, y cada plato es una sorpresa. Puedes probar desde snacks que parecen pequeñas obras de arte (pero con sabor a verdad) hasta platos más elaborados que se disfrutan sin protocolos. Si vas, no te pierdas el mochi de sobrasada y queso Mahón, que ya es casi una leyenda local. También hay platos que van rotando según el producto del momento, como los guisantes con chirlas y vainilla o las colmenillas con carrilleras, que suenan raros pero saben a gloria.


Local y ambiente
El sitio es elegante sin ser estirado: luz bonita, servicio amable y una barra que invita a quedarse mirando cómo cocinan. Tienen una bodega enorme (más de 250 vinos, por si quieres lucirte), y lo mejor es que puedes pedir medias raciones para probar más cosas.
Precio
Mont Bar no es barato, pero vale lo que cuesta. El ticket medio ronda los 80-100 € por persona, dependiendo de lo que pidas y del vino. Si prefieres probar un poco de todo, ofrecen un menú degustación que ronda los 160 y 190€. También puedes ir a picar algunas tapas y salir por menos, aunque lo normal es dejarse llevar y disfrutar la experiencia completa.
Mont Bar tiene una estrella Michelin, pero lo que más destaca es su ambiente relajado y su cocina honesta. Es el tipo de restaurante que te hace sentir especial sin que te sangren los bolsillos (demasiado).
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Mont Bar
Pros:
Terraza
Contras:
Parking